Desde nuestro centro entendemos que la Educación Sexual ha de contribuir a que hombres y mujeres (los sexos) aprendan a conocerse, aceptarse y expresar su erótica de modo que se sientan felices y satisfechos/as.
Si bien es cierto que la Educación Sexual contribuye a evitar la posible aparición de enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados, entre otros, este no es nuestro objetivo.
En Sexovita tenemos un enfoque positivo, por eso nos centramos en CONSEGUIR.
Pongamos un ejemplo:
Nos pasamos la vida educando para que los/as adolescentes realicen el coito con prevención, pero ¿por qué creemos que desean coitar?, ¿Se lo estamos transmitiendo los adultos como lo esperable o lo que “toca” a una edad?
En realidad, la adolescencia se caracteriza por una gran curiosidad hacia el descubrimiento del propio cuerpo y del cuerpo del otro/a, curiosidad por el placer, por sentir, etc. No obstante, quién explica qué se siente cuando te enamoras, qué formas de sensar nos aporta el cuerpo (sin hablar de genitales) o que no es necesario realizar un coito para disfrutar sensaciones y sentir afectos.
La sociedad nos transmite el coito como el “final deseado” y ¿por qué coito y no cualquier otro tipo de encuentro erótico que no incluya la posibilidad de embarazo y con el que también sensamos y sentimos hacia el otro/a?
Transmitimos a nuestros adolescentes coito como final deseado, pero por otro lado hacemos campañas para que se mantengan alerta por los “peligros que puede conllevar” y, por supuesto, divulgamos un gran número de métodos de anticoncepción que “deberían utilizar”. ¿Quién se beneficia en todo este proceso? Y lo más importante ¿Quién se ocupa de educar?
Recordemos que educar es diferente a informar. La primera es dar información que el sujeto va a necesitar para fomentar conocimientos posteriores e informar es, simplemente, divulgar contenidos que el oyente puede necesitar o no.
Pues bien conseguir es nuestro objetivo y significa conseguir “AMPLITUD DE ENFOQUE”, conseguir “CONOCIMIENTO”, conseguir “ENTENDER QUE LAS RELACIONES NO SON ALGO ENTRE PENES Y VAGINAS , SINO ENTRE HOMBRES Y MUJERES”.
Una buena educación sexual contribuirá a que el individuo encuentre -en la vivencia de la sexualidad- muchas menos dificultades cotidianas que le provoquen vivir esta dimensión de la persona como “problema”.