El término frigidez se utiliza muchas veces de forma inexacta y peyorativa para referirse a todas las formas de inhibición de la respuesta sexual femenina, desde la falta de reacción de excitación erótica hasta distintos niveles de inhibición orgásmica.

Estrés laboral, depresión u otros tipos de conflicto afectan negativamente al interés por el sexo.

Es por lo tanto un  término confuso que es necesario delimitar, tanto en el tipo de respuesta (que como hemos dicho es distinta problemática la falta de excitación de la falta de orgasmo) como en el nivel de la misma, ya que puede ser absoluta, situacional o aleatoria, y a su vez primaria o secundaria, como en la etiología de la misma.

La falta de deseo sexual puede darse tanto en hombres como en mujeres. Tal como se explica más adelante, hay situaciones de estrés laboral, depresión y diferentes tipos de conflicto que afectan negativamente en el interés por el sexo a ambos géneros.

En algunos casos en los que se da una falta de deseo en la mujer, pero no en el hombre, estudios recientes indican que algunas mujeres soportan las relaciones sexuales, nada excitante para ellas, de manera que el hombre pueda eyacular rápidamente y terminar el coito. Pero participar de este acto y presenciar la satisfacción y el placer que él recibe, mientras que ella se limita a prestar su cuerpo, puede ser muy frustrante y desalentador. Para contrarrestar tales sentimientos en ocasiones él la presiona para que se excite, y precisamente esto inhibe aún más la respuesta sexual de ella. Como resulta obvio no es esta la mejor manera de actuar, ni por parte de ella ni por parte de él, sino que lo que más les conviene a ambos es realizar una terapia sexual que les oriente para solucionar este problema y poder disfrutar de sus relaciones de pareja.

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