El vaginismo es una contracción involuntaria de la vagina que muchas mujeres experimentan al hacer el amor, lo que dificulta y hace dolorosa la penetración. Además, si no hay excitación no se lubrica, es decir, no se generan los fluidos necesarios para que el pene entre en la vagina sin causar ningún tipo de dolor.
Para las mujeres con este problema el bloqueo psicológico es tal que cualquier idea de penetración desencadena una contracción involuntaria de los músculos de la vagina.
Una educación rígida, traumas infantiles, complejos o malas experiencias pueden estar en el origen de este problema, cuya solución pasa por un psicólogo o terapeuta sexual.
Desde un punto de vista etiológico el vaginismo se relaciona con:
- La falta de formación en cuestiones relacionadas con la sexualidad.
- Fuertes inhibiciones respecto del sexo originadas en creencias religiosas ortodoxas extremadamente conservadoras.
- Secundariamente, puede estar relacionado a experiencias traumáticas en relaciones sexuales anteriores.
- La falta de comunicación con la pareja.
- Agresiones sexuales (acoso o violación).
- Miedo al embarazo.
- Temor a contraer enfermedades de transmisión sexual.
Las mujeres que sufren esta disfunción no sólo la padecen en sus relaciones sexuales, sino también en las exploraciones ginecológicas.